Hacer nuestro propio compost casero es una excelente manera de acercarnos a los procesos de la naturaleza, promover una agricultura ecológica, cuidar el planeta y disfrutar de alimentos más saludables. Además, es la actividad perfecta para transmitir a los niños valores como el respeto y cuidado del medio ambiente, el reciclaje, hábitos saludables y consumo responsable.
Sí todavía no lo tienes claro, te contamos otras 5 razones por las que debes empezar a preparar compostaje casero ahora mismo:
- Una de las 3 Rs de la ecología. Realizando compostaje en nuestro hogar reducimos la cantidad de basura desechada en los vertederos o incinerada.
- El compost nos permite cerrar el ciclo de la materia orgánica sin desperdicio e impactos negativos.
- El suelo es el uno de los recursos más valiosos que tenemos. Al realizar compostaje devolvemos al suelo materia orgánica rica en nutrientes y minerales.
- El compost nos permite obtener un abono natural, de gran calidad, sin productos químicos y libre de patógenos.
- Nuestro huerto se beneficiará de este superfertilizante, brindándonos alimentos más sabrosos.
¿List@ para empezar a preparar tu propio compost?
¡Manos a la obra!
Las 3 claves del compost casero:
1. Compostador
El compostador es el recipiente donde prepararemos nuestro compost casero. En la actualidad, hay un sinfín de opciones en el mercado para todo tipo de gustos. Pero, si lo que queremos es consumir de forma responsable y reciclar-reutilizar, podemos construir nuestro propio compostador. Puedes utilizar un recipiente como un tiesto viejo (con agujeros en la base), unos palets, cajas de madera, etc.Es muy importante que el compostador cumpla algunos requisitos:
- Debe permitir la entrada de oxígeno, la ventilación es fundamental.
- Sistema de cierre lateral, para mantener la humedad y temperatura adecuada.
- Tapa superior para evitar que se encharque en caso de lluvia.
- Facilidad de apertura y manejo.
- Que no tenga una base fija o que cuente con agujeros para permitir la ventilación y la entrada de los organismos que se encargarán de la descomposición.
2. Materia orgánica:
Para un compost más rico en nutrientes y microorganismos, lo mejor es utilizar una gran variedad de materia orgánica bien triturada. Procura mezclar materiales de rápida descomposición (hojas frescas, restos de la siega y recorte del césped, estiércol, malezas) con materiales de lenta descomposición (restos de fruta y verdura, posos de café, paja y heno, flores y hojas viejas, serrín o virutas de madera, lanas e hilos naturales, pelos y plumas, huesos de frutas, cáscaras de huevo).
3. Humedad:
Evitar que la materia orgánica desechada se pudra es fundamental para obtener nuestro compost casero. Por ello es tan importante ventilar la mezcla a menudo e intercalar capas alternas de materia húmeda y materia seca.
¿Cómo preparar nuestro propio compost?
- Lo primero es preparar el compostador, acuérdate de seguir sus requisitos básicos para obtener un compost de calidad. El compostador también debe estar en un lugar de fácil acceso, protegido del sol fuerte y de la lluvia. Añade una primera capa de materiales secos (serrín, virutas de madera, paja, ramas, etc.) que evitarán que el fondo del compostador se pudra.
- Añade la materia orgánica por capas, intercalando desechos húmedos con secos para lograr un grado óptimo de humedad. Lo ideal es que el material tenga siempre un aspecto húmedo, pero no encharcado y no desprenda líquidos. Si el material se encuentra demasiado seco, se debe añadir un poco de agua.
- Cada vez que se introduzca un material nuevo, es necesario mezclarlo con el antiguo. Eso controlará los índices de humedad, facilitará la descomposición del material más nuevo y evitará la proliferación de larvas y moscas.
- El compost tiene diferentes grados de madurez. El compost fresco se obtiene tras 2-3 meses compostando y es ideal para proteger el suelo frente a las heladas, evitar la aparición de malezas y mejorar las características del suelo. A su vez, el compost maduro ha estado más tiempo compostando (5-6 meses) y se diferencia por su aspecto terroso y su color más oscuro. Es un fertilizante perfecto, repleto de minerales como fósforo, nitrógeno, potasio, etc.
Ahora que ya sabes prácticamente todo sobre cómo preparar tu propio compost, ya puedes empezar a construir tu compostador e ir separando los desechos. Estamos seguros de que tu huerto estará encantado y que la recompensa será deliciosa y mucho más saludable. 😉
¿Te animas?