Para nosotros, de Viveros Sola, que apostamos por la agricultura sostenible y el cuidado del suelo, el mulching orgánico no es solo una moda: es una herramienta imprescindible. En este artículo te explicamos en detalle qué es, qué beneficios ofrece y qué materiales orgánicos puedes utilizar fácilmente.
Qué es el mulching
El término mulching, o acolchado orgánico, hace referencia a cubrir la superficie del suelo con una capa de material vegetal o residuos orgánicos, con dos objetivos principales: proteger el suelo y alimentar la vida que hay en él.
En palabras simples: se trata de no dejar el suelo desnudo, sino darle “ropa” para que trabaje mejor.
Beneficios clave del mulching orgánico
- Retención de humedad: una capa bien aplicada reduce significativamente la evaporación del agua, lo que resulta muy útil en épocas secas.
- Menos malas hierbas: al cubrir el suelo, se reduce la luz que llega a las semillas de las adventicias, frenando su germinación.
- Mejora del suelo: al descomponerse, los materiales aportan materia orgánica que mejora la estructura, la fertilidad y la actividad microbiana.
- Protección frente al clima: el mulching actúa como una manta protectora ante la lluvia intensa, el viento, las heladas o el calor extremo.
- Sostenibilidad: al emplear materiales orgánicos o residuos vegetales, se reduce el uso de herbicidas, se fomenta la biodiversidad y se optimiza el uso del agua.
Materiales orgánicos recomendados para mulching
Hojas secas trituradas: son una de las opciones más económicas y fáciles de conseguir, especialmente en otoño. Se recomienda mezclar hojas de diferentes tipos de árboles para evitar un exceso de acidez en el suelo, sobre todo si se usan hojas de roble o nogal.
Césped cortado: cuando está libre de semillas y enfermedades, es un excelente material porque aporta nitrógeno al descomponerse. Conviene aplicarlo en capas finas, de unos dos o tres centímetros, para evitar que se apelmace y forme una barrera impermeable.
Astillas o corteza de madera: ofrecen una gran durabilidad y un aspecto muy estético, por lo que son ideales para parterres, caminos o zonas de setos. En cambio, no son tan recomendables para huertos, ya que su lenta descomposición puede robar algo de nitrógeno al suelo.
Paja: ligera, fácil de manejar y perfecta para proteger cultivos hortícolas. Ayuda a mantener la humedad y evita que los frutos toquen directamente la tierra. Es importante asegurarse de que la paja no contenga demasiadas semillas de malas hierbas.
Compost maduro: puede utilizarse como capa superior de mulching, enriqueciendo directamente el suelo. Debe estar bien descompuesto para no provocar fitotoxicidad en las plantas.
Cómo aplicar el mulching correctamente
- Preparar la zona: eliminar malas hierbas y airear el suelo si está compacto.
- Extender el material: distribuir una capa uniforme de entre 5 y 10 cm de grosor, según el tipo de acolchado.
- Evitar el contacto directo con tallos: dejar un pequeño espacio libre alrededor de las plantas para prevenir pudriciones.
- Elegir el momento adecuado: la primavera y el otoño son las mejores épocas para aplicar mulching.
- Renovar la capa periódicamente: los materiales se descomponen, por lo que conviene añadir una nueva capa una o dos veces al año.
Consejos extra
- No uses materiales tratados químicamente.
- Si utilizas estiércol o compost fresco, deja que se asiente antes de aplicarlo.
- Controla la humedad del suelo durante los primeros días para ajustar el riego.
- Combina distintos tipos de mulching para equilibrar nutrientes y textura.
¿Quieres saber qué material de mulching se adapta mejor a tu jardín o huerto? En Viveros Sola te asesoramos para que tus plantas crezcan fuertes, sanas y protegidas durante todo el año.