
Huerto ecológico con niños
Involucrar a los niños en el cuidado de un huerto ecológico es mucho más que una actividad de jardinería: es una manera de enseñar valores, fomentar la paciencia, el respeto por la naturaleza y despertar la curiosidad por el entorno.
En Viveros Sola sabemos que cultivar un huerto en familia puede ser una experiencia inolvidable, por eso te damos algunas ideas para que sea educativa, divertida y muy verde.
Preparar el terreno: ¡manos a la tierra!
Antes de sembrar, hay que preparar el espacio. Los niños pueden ayudarte a remover la tierra, quitar piedras o preparar pequeños semilleros reutilizando hueveras, vasos de yogur o cartones de leche.
Lo que aprenden: trabajo en equipo, reciclaje, respeto por el entorno y planificación.
Elegir qué plantar
Deja que los niños escojan lo que les gustaría cultivar. Puedes proponerles una “caja de ensalada” con lechugas, tomates cherry y zanahorias, o un “huerto de pizza” con orégano, albahaca, pimiento y tomate.
Lo que aprenden: la relación entre alimentos y plantas, alimentación saludable y toma de decisiones.
Sembrar y trasplantar
Sembrar semillas en macetas pequeñas y verlas germinar es magia para ellos. Luego, cuando las plantas estén listas, pueden trasplantarlas al huerto o a una jardinera grande.
Lo que aprenden: el ciclo de vida de las plantas y la importancia de cuidar los procesos con paciencia.
Riego y cuidados diarios
Asigna tareas sencillas como regar cada día, revisar si hay insectos o quitar hierbas que no deberían estar. Estas pequeñas rutinas refuerzan su sentido de la responsabilidad.
Lo que aprenden: constancia, observación, y el valor del esfuerzo diario.
Crear etiquetas y decoraciones
Anímales a pintar piedras con los nombres de las plantas o hacer cartelitos con palitos de helado. También pueden construir espantapájaros pequeños o usar macetas decoradas por ellos mismos.
Lo que aprenden: expresión artística, creatividad y organización.
Cosecha y cocina
Recoger lo que han cultivado es uno de los momentos más emocionantes. Luego, podéis preparar juntos una receta sencilla con esos ingredientes: una ensalada, un batido o una pizza casera.
Lo que aprenden: conexión con la comida, gratitud y autonomía.
Diario del huerto
Proponles llevar un cuaderno con dibujos, fotos y notas de lo que ocurre en el huerto: qué plantaron, cuándo regaron, qué bichitos han visto, cómo han crecido las plantas…
Lo que aprenden: seguimiento de procesos, habilidades de escritura y observación científica.
Un huerto, mil aprendizajes
El contacto con la tierra, el cuidado de seres vivos y la experiencia compartida en familia convierten el huerto ecológico en una herramienta educativa muy poderosa. En Viveros Sola te asesoramos para que encuentres las plantas, semillas y materiales más adecuados para empezar tu proyecto familiar.
Y lo mejor: cultivar juntos es sembrar recuerdos que durarán toda la vida.